domingo, 23 de noviembre de 2008

Crónica del último año, en lo que a la gente que me rodea se refiere.

En el último año he pasado por muchas cosas, la mayoría malas, pero he aprendido mucho de ellas, sobre todo en lo que a amistades se refiere.
Ahora no veo a la gente de igual manera, ni espero gran cosa de casi nadie, es probablemente la forma más segura de no llevarte decepciones ni sobresaltos, aunque suene triste decirlo así.

El último año se ha dividido en varias facetas, la personal, la laboral, la familiar y lo relativo a internet, por denominarlo de alguna forma que los distinga.

La personal, básicamente se resume en que es la mejor, porque los amigos que tengo de hace años, que no los meto en ninguna de las otras categorías son los únicos que no me han fallado ni decepcionado, no porque no espere nada de ellos, sino porque no ha cambiado nada a nivel negativo, que hoy en día no es poco. Eso sí, los veo menos que antes, pero motivado en gran parte por mí, ya que cuando no tienes ganas de nada, te cuesta más relacionarte hasta con la gente que te importa y a la que importas. Eso sí, debería llamar a alguna persona en concreto, a varias sinceramente, que hace tiempo que no las veo, y eso sí lo echo en falta.

La familiar, pues hay de todo, un tío del que esperaba algo más, una abuela que ya no sé que puedo pensar de ella, un hermano al que quiero pero me desquicia cada vez más, unos tíos con los que me encanta pasar el tiempo cuya relación es buena pero se ha distanciado... la mayoría de estas cosas son consecuencia de lo sucedido con mi padre, el cual hace ya un año que no está con nosotros, y eso es imposible de cambiar. También hay cosas buenas, la relación con mi madre se ha fortalecido, hay otros tíos a quienes ahora veo más y disfruto de ello, aunque no sea mucho tiempo.


La laboral probablemente sea la peor de todas, me encuentro en una situación complicada, dónde no puedo confiar en, prácticamente ningún compañero, y que lo que diga seguramente será tergiversado en interés de un tercero, y a saber en qué sentido.
Se resume en muchos problemas, incomodidad laboral, y que ha provocado que tenga más que claro que mi destino, si consigo encontrar otro trabajo, esté alejado de este nido de falsedad, hipocresía y cinismo. Lástima por 3 ó 4 que sí merecen la pena, con quienes me llevo bien y que están salpicados precisamente por dirigirme la palabra. Y la mayor parte de esto empezó con un problema que comento en uno de los primeros textos de este blog, y que no tengo ganas de repetir.
En fin, que ahora en el trabajo he adoptado, casi sin quererlo, la idea del "paso de todo", la cual traerá sus consecuencias en poco tiempo, y espero que a muchos, les ponga en su sitio.
Es que, ¿cómo se puede ser tan falso de acusar a alguien de robar y luego hacerte amigo suyo? ¿la gente no tiene moral alguna? ¿son tan hipócritas de no darse cuenta de lo que hacen? Pues la respuesta es no, no tienes moral, y el nivel de hipocresía y cinismo es tal que se acabarán creyendo que no eran ellos quienes acusasaron de robar a otros, y que las cosas están bien así.

Respecto a lo relativo a internet, aquí hay de todo, y no se puede resumir de una manera sencilla.
Por un lado están un grupo de personas, los cuales me equivoqué en su mayoría de llamar amigos y que si a alguno no le volviera a ver jamás, sería lo mejor que me podría pasar. Personalmente, si estoy enfadado con alguien por algo que no es vital ni se acaba el mundo por ello y le ocurre una desgracia, pues intento hablar con él o darle el pésame, cosa que a algunos de estos no les importó lo más mínimo... así pues ¿por qué debería preocuparme por ellos? No me han demostrado ser amigos, así que no puedo pensar en ellos como tal.
Por otro lado están otros que sí me han demostrado eso y más, que incluso mi relación con ellos tenían menor "nivel", ya que apenas les conozco en persona pero se han preocupado más que otros con los que quedaba a comer una o dos veces al mes, y que había otras actividades en común. Ahí si he descubierto cosas mejores, y aunque no son perfectos, al menos no son "pseudo amigos" como me ha sucedido en otros casos.
No todos entran en una u otra dinámica, hay cosas intermedias, pero sería ver caso por caso y no pienso ponerme a hablar de gente que no me importa para poder decir cosas de personas que sí me importan.
Esto llega al punto de hacerme cambiar de mentalidad respecto a los últimos 5 años,(sigo hablando de lo relativo a internet) porque tenía afición por colaborar en un foro dónde ya no tengo ese interés, y lo poco que siga aportando es más por no dejar tirados a las personas que colaboran conmigo y por cabezonería de acabar algo que he empezado y va mínimamente avanzado. Los proyectos nuevos, a corto y medio plazo queda anulados, y a largo... quién sabe cómo serán las cosas de aquí a un año o más.

Todo esto, en su conjunto me hacen adoptar unas ideas drásticas por un lado, y separatistas por otro.
Drásticas porque estoy convencido que tarde o temprano tendré otro enfrentamiento en el trabajo, y ésta vez me dará igual saber que la persona que tengo delante esté equivocado o mal influenciado, porque no me contendré, con todo lo que eso conlleva.
Separatistas porque cada vez me intereso menos por las relaciones interpersonales, prefiero leer un comic a hablar con alguien de mi trabajo o con personas que conozca por internet(con excepciones, pocas, pero algunas hay). No me motiva conocer gente nueva porque no espero gran cosa de la gente que conozco, como para esperar nada de desconocidos.

Así, poco a poco, creo una estructura cerrada a mi alrededor, que tiene aspecto de ser duradera y que todo el que quede fuera de esa estructura, está condenada a no saber de mi, o a saber de la parte más oscura y violenta que pueda llegar a ser. No hay muchos puntos intermedios, y no sé siquiera si quiero que los haya.