lunes, 15 de octubre de 2018

Formas de ver las cosas

Hoy quiero escribir por algo que me ha hecho reflexionar acerca del cumpleaños de mi hija de 3 años.
La historia es la siguiente:
El sábado pasado celebramos el cumpleaños de mi hija mediana, la cual cumplirá 3 años el miércoles, pero ese sábado lo celebramos con mi familia, es decir, mi madre, mi hermano y su novia y una de mis tías. No salió bien para mi mujer, salió enfadada por varios motivos, pero uno de ellos son los regalos que le hicieron. Resulta que mi madre se gastó unos 10€ y mi hermano le regaló un abrigo algo soso a la vista de una niña pequeña, pero no era malo (al menos a mí no me lo pareció). También compraron una tarta de chocolate (tal como quería mi hija) y la comida pues la celebración fue en casa de mi madre.

A todo esto, me pregunto si el problema somos nosotros. Si nos parece poco gastarse 10€ en regalos cuando puedes gastarte más. Esto digo que es un problema, porque salvo cosas muy puntuales, los recuerdos que tengo de abuelos o tíos abuelos de cuando era pequeño (la mayoría murieron hace más de 20 años) son relativos a vivencias o experiencias más que de regalos. A ver, mentiría si dijera que no recuerdo regalos molones, de esos que te hacían mucha ilusión, pero ahora mismo me costaría pensar en más de 2 ó 3, sin embargo no me cuesta encontrar recuerdos de momentos que atesoro en mis cabeza, que incluso me hacen sonreir o recordar con nostalgia de la buena esa época de mi vida.
Entonces, ¿mi hija recordará ese regalo o el tiempo que estuvo jugando después? Ahora de niños son bastante materialistas, pero seguramente porque nosotros los hagamos así con tantos regalos, pensando en lo que nosotros no tuvimos y queremos que tengan. Me gustaría que cuando fuesen mayores, pueda o no pueda verlas con más de 30 años, que sus recuerdos más felices de la infancia sean más de situaciones que de objetos, que valoren más los momentos vividos que juguetes que se romperán u olvidarán en poco tiempo y que no se vuelvan tan materialistas que no sepan apreciar la compañía de familia o amigos que te quieren y aprecian al mero hecho de tener más cosas.

En mi mente tengo recuerdos de mi abuelo paterno enseñándome a conducir con ¿8 años? en Venezuela, con un Chevrolet Malibú, o jugando al parchís con mi abuela paterna en el apartamente de La Guaira. También tengo recuerdos de mi abuela materna en su casa de Valladolid, donde me enseñaba cosas y veía los pájaros que tenía que tanto le gustaban. Por desgracia, de mi abuelo paterno, antes de la trombosis no recuerdo nada, ni siquiera sé si hay algo que pudiera recordar, ya que desde muy pequeño le recuerdo muy limitado de movimientos y algo quejoso, pero aún así recuerdo algunos momentos en los que cuando algo le gustaba, la forma de expresarlo me hacía reir, porque no recuerdo que riera mucho.
Aparece en mi mente el tío de mi padre, también en Venezuela, que era muy gracioso y bromista, supongo que mi padre se parecía a él en eso. Recuerdo cuando el Venezuela, nos juntábamos todos en los apartamentos de la playa, y mis abuelos y mis tíos compraban pasteles de Tívoli, una de las pastelerías más ricas que haya conocido, de Caracas.
Igualmente en Valladolid, recuerdo muchas navidades que pasamos allí con la familia de mi madre, cuyos hermanos estaban muy unidos. Los pasteles de Olmedo, al nivel de los de Tívoli. Recuerdo jugar al dominó en bares con mis tíos y mi padre, los perros que tenían, incluso me viene a la cabeza una nochevieja que me quedé solo en casa de mis tíos y vi la película "Siete novias para siete hermanos". (Hace mucho tiempo, 30 años quizás, no había más que dos canales de televisión entonces y sólo uno emitía a esas horas de madrugada... y no siempre).

La idea es que, a pesar que recuerdos regalos, recuerdo mucho más momentos y me alegro de eso, porque los juguetes no duran pero el tiempo pasado con la familia (siempre y cuando esa familia te quiera, que hay de todo) dura siempre en tu mente. Y con eso me quedo.
Entonces, todo esto va porque quizás, sólo quizás, si dentro de 20 años mi hija se acuerda de ese dia, espero que sea por lo que se divirtió y no por lo que le faltó. Que sea un recuerdo bueno y no lo vea como lo vimos sus padres en ese momento.