miércoles, 27 de agosto de 2014

Momentos de la vida

Hoy, mejor dicho ahora mismo, me siento triste. No ha sido un mal día, pero al ver unas cosas, unas fotos de facebook del que siempre he considerado mi mejor amigo, me he sentido triste.

La historia es la siguiente: Javi, ha subido una foto haciendo el tonto en un sitio de China, donde ha estado este agosto de vacaciones(creo que ya ha vuelto), y me he sentido triste. ¿La razón? He sentido que yo nunca haré ese tipo de viajes, en los que se va con su novia un mes a China, el año pasado a la India(éste no me preocupa mucho perdérmelo por lo que me contaron), y otros años cogía el tren y viajaba un mes por Europa, por distintas ciudades... y así va recorriendo mundo, cosa que veo difícil hacer por mi situación, en la que con una niña pequeña no puedes hacer eso en muchos años, y si tenemos más hijos, pues la cifra de tiempo aumenta. Eso y conseguir que mi mujer haga un viaje de esos, a sitios que no haya una comida "decente" o salubridad "decente", entre otras cosas.

Realmente, no es culpa de nadie, he elegido esta vida, pero me sentí triste al verlo, y tenía ganas de escribirlo, y comentar algunas cosas más.

Por otro lado, el viernes vuelvo al trabajo, y a saber qué me voy a encontrar. Tengo la sensación que me querrán mandar a Joy, salvo que me calle y trague con todo y no lo voy a hacer, más que nada porque mi salud y mi mente no podrían aguantar tanto mamoneo y mierdas varias. Así que no sé por donde saldrá la cosa, si el abogado encontrará una salida aceptable, si tendré que buscar las formas de montar el comité de empresa y ser delegado sindical o pedir jornada reducida y buscar las vueltas mientras tanto para estar mejor en el trabajo, o en última instancia, salir de allí.

No puedo decir que eche de menos viajar, ya que los últimos 3-4 años he visitado Londres, Amsterdam, Paris, Tenerife y Riviera Maya, pero si tengo la sensación que a pesar de tener los mismos años que Javi, él dispondrá de otras opciones al elegir no tener hijos. No cambiaría a mi hija por nada, pero a la vez no puedo evitar sentir que renuncio a muchas cosas, ya no los viajes, sino a otras muchas que tener hijos limita, y estoy en la etapa de arrepentirme de no haber hecho cosas cuando tenía menos de 30 años, por los motivos que fuera, y ya ver que cuando la niña(o los niños si hay más) crezcan, ya no tendré edad para ese tipo de viajes u otras cosas que se disfrutan cuando eres joven.