jueves, 9 de abril de 2009

Confesiones de una mente alterada

No sé si será la mejor hora para escribir cosas que pienso, pero sentía la necesidad de contar algo que llevo pensando la última media hora, es decir, el rato entre que llego a casa de trabajar, saco a la perra y vuelvo a casa.

Venía pensando en los meses entre el 16 de octubre de 2007 y septiembre de 2008, meses en los que no era la persona que solía ser. Durante ese tiempo las etapas entre estados eufóricos(pero no por alegría) y estados "depresivos"(si realmente lo eran) conllevaron muchas cosas, la mayoría malas, pero otras que me hacen pensar que clase de mente tengo.

Respecto a lo que pensaba en esta última media hora se trata de lo que pensaba hacer con dos personas con las que tuve problemas, y no, ninguna de las dos sabe que existe este blog, ni el FPJ, ni siquiera la dirección de correo. Esas dos personas, lo que llegué a plantearme es alarmante para muchos, pero para mí, sólo lo considero llamativo y curioso.
Resulta que en esa época me planteé acabar con ellos, en el sentido más negativo de la palabra, es más, lo planteé muy seriamente hasta el punto de hablar con personas con las que trabajaba y pedir precios de lo que me podía costar el trabajito, o simplemente qué me podría costar un arma limpia. Esto se lo cuentas a alguien y te toma por loco o psicópata, quién sabe, quizás lo sea y no me dí cuenta hasta esos meses en los que mi vida dió un vuelco completo.
El caso es que en uno de los dos asuntos, estuve a un plis de coger un vuelo a las islas baleares, e ir por él, más sabiendo dónde vive con detalle, y que casualmente no es un sitio muy poblado.

Todo esto a mi, ahora mismo no me resulta chocante, sólo llamativo, porque muchas veces había planeado el crimen perfecto, sobre todo con dos ex-jefes, con los que llegué a planearlo con el máximo detalle posible, pero tampoco les odiaba tanto para llegar a eso, pero me resultaba divertido pensar en el crimen perfecto, y si sería capaz de realizarlo.

En los otros casos, durante esa época, había perdido la estabilidad que siempre me ha caracterizado, el pensar siempre las cosas de forma fría y meditada, no me importaba los que pasara, las consecuencias de lo que hiciera ni el que pensaran de mí.
Esa mentalidad propició la pérdida de amistades, problemas familiares y laborales de los cuales no me preocupa solucionar lo que no haya solucionado ya, es más, vuelvo a tener mucha estabilidad aunque aún tengo momentos en los que podría hacer cualquier cosa y que no se me pasase por la cabeza arrepentimiento alguno. A veces creo que debería preocuparme por esa forma de pensar, ya que faltó poco, muy poco para que hubiera dos personas menos en el mundo ahora mismo, pero el caso es que el planeta estaría mejor sin ellos, ya que uno es gay pero de los estúpidos y consumidores de drogas, y del otro, uff, si digo que se le podría acusar de pederastía en otro país que no es España, quizás me quedaría corto.

Así pues, si volviera a estar en otra situación como la de esas fechas, ¿acabaría esta vez haciendo algo de lo que arrepentirme? Lo malo es que no me arrepiento de nada de lo sucedido, y si hubiera hecho algo, lo que pensaba era en lo mal que lo podría pasar mi madre, nada más.

Pienso demasiado las cosas, les doy muchas vueltas y pongo en una balanza las cosas buenas y las malas antes de hacer algo importante y sé que no haría algo que me jodiera la vida, pero durante esos meses no había balanza, no me importaban las consecuencias y sentía mucha ira, mucho rencor y mucho dolor como para pensar en consecuencias.

Lo bueno es que ahora lo comento como algo pasado, aunque siga teniendo momentos "malos", mi mentalidad ahora es diferente en la vida personal y en el trabajo, me tomo las cosas como son, y lo que de verdad no tiene importancia no se la doy ni me preocupo por ella. Ahora sonrío más, me quejo menos e intento disfrutar de las cosas que me gustan, de la gente que me importa e intento no perder el tiempo en nadie que no lo merezca.

2 comentarios:

TOI dijo...

Pues como es a toro pasado y no ha ocurrido, me alegro que no lo hayas hecho.

La satisfacción del resultado no creo que compense el que destroces tu vida, y amargues la de tus seres queridos.

No voy a ser yo el que piense que eres un monstruo por haberlo pensado, incluso con cierta seriedad.

Dale al padre de Marta una pistola y la ocasión de usarla, máxime si al final se salen de rositas... o dámela a mí si le hacen eso a una hija mía y sé quién fue... o dásela a cualquiera sabiendo que su crimen quedará impune...

spiderman2099 dijo...

Lo bueno es que ahora lo comento como algo pasado, aunque siga teniendo momentos "malos", mi mentalidad ahora es diferente en la vida personal y en el trabajo, me tomo las cosas como son, y lo que de verdad no tiene importancia no se la doy ni me preocupo por ella. Ahora sonrío más, me quejo menos e intento disfrutar de las cosas que me gustan, de la gente que me importa e intento no perder el tiempo en nadie que no lo merezca.

Me quedo con el ultimo parrafo...
En esta vida estamos de paso y hay que disfrutar de los buenos momentos con la gente buena que tenemos en nuestra vida y los demas y en el trabajo no perder el tiempo con gente que no lo merece.