domingo, 20 de julio de 2014

Era sé una vez... un amago de Sindicato.

Triste, decepcionado... así me siento. Esto es debido al comportamiento de mis compañeros de trabajo, los cuales no hacen más que quejarse de la situación laboral y más con lo que va a venir pero cuando les ofrecen una solución buena, no es que no se mojen, es que te hacen creer que sí lo van a hacer para luego dejarte tirado. No sé qué es peor, si que pasen o que me hagan pensar que de verdad quieren cambiar su situación laboral a mejor, para luego dejarme tirado.

Qué decir, más que tenía que haber escuchado a un antiguo compañero diciéndome que no me fiase de nadie de allí.Así no me sentiría tan mal, aunque eso también puede ser por el Lorazepam...

A veces me da por pensar que las cosas pueden ir a mejor, que se puede marcar la diferencia, que se puede trabajar agusto y de forma que puedas compaginar tu vida personal con el trabajo y sin sobresaltos, pero luego te das cuenta que la gente es cobarde, que no arriesga un poco para ganar mucho y que siempre andan diciendo que si con hijos es distinto y cosas así. Pues yo tengo una hija y una mujer que prefiere que me despidan y deje de trabajar ahí a que siga dejándome la salud en un trabajo desagradecido y decepcionante, dónde nadie hace nada por nadie pero luego quieren todo.
Es una lástima, pero me parece que les pueden dar por culo a todos en septiembre con todo lo que vamos a trabajar, que va a ser mucho, y siga o no allí para entonces, me dará igual si cambian de opinión.

Ah, me olvidaba, al parecer alguien de los que se echó atrás, al menos me dijo por qué y resulta que ha oído información acerca que este asunto del Sindicato ha llegado a la oficina y que no saben qué hacer conmigo, si despedirme o qué. Y no sé si que me despidan con finiquito es la idea que más me atrae, porque cada vez es más asqueroso trabajar allí con los maitres que hay y con la mierda que se cuece cada día.

En fin, parece ser que este trabajo no hace más que traerme grandes disgustos y problemas cada X tiempo, quizás lo mejor sea no seguir más allí, y que mientras siga lo más adecuado es hacer mi trabajo y pasar de todo y de todos. No merece la pena.

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